-
1.La actividades de la vida diaria, como bañarse, vestirse, alimentarse de forma independiente, fomentando sus capacidades y habilidades.
2. programas de ejercicios físicos adaptados a sus necesidades, que mejoren su movilidad y equilibrio.
3. Actividades cognitivas como juegos de memoria, lectura, resolución de problemas, que mantengan activas sus funciones mentales.
4. Facilitar su participación en actividades sociales y de ocio, como talleres, grupos de apoyo o clubes, para mantener sus vínculos y redes de apoyo.
5. Brindar capacitación a cuidadores sobre cómo promover la autonomía del adulto mayor, evitando la sobreprotección.