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1. Seguridad primero*: Antes de acercarte al paciente, asegúrate de que el entorno esté seguro y que no haya riesgo de exposición al agente químico para ti u otras personas.
2. *Lavado con agua abundante*: El primer paso es lavar la zona afectada con agua corriente durante al menos 20 minutos para eliminar el agente químico y detener su acción corrosiva en la piel.
3. *Retirar ropa y objetos contaminados*: Si la ropa está en contacto con el agente químico, retírala con cuidado para evitar más exposición y daño a la piel.
4. *Evaluar la extensión y gravedad de las quemaduras*: Determina la profundidad y extensión de las quemaduras para clasificarlas correctamente (primer grado, segundo grado, tercer grado) y decidir el tratamiento adecuado.
5. *No aplicar remedios caseros*: Evita el uso de remedios caseros como mantequilla, hielo o pasta de dientes, ya que pueden empeorar la lesión.
6. *Buscar atención médica de emergencia*: Las quemaduras químicas pueden ser graves y requerir tratamiento especializado. Es fundamental trasladar al paciente a un centro médico lo antes posible.
7. *Mantener la calma y brindar apoyo emocional*: Durante todo el proceso, es importante mantener la calma para tranquilizar al paciente y brindarle apoyo emocional en una situación tan difícil.