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Estimulación cognitiva: Proporciona actividades que desafíen la mente de los adultos mayores, como crucigramas, rompecabezas, juegos de memoria o lectura. La estimulación cognitiva ayuda a mantener la mente activa y a preservar la función cognitiva.
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Ejercicio físico: Promueve la actividad física adecuada para la edad y condición de salud del adulto mayor. Actividades como caminar, yoga, tai chi o ejercicios de resistencia pueden mejorar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio, lo que a su vez contribuye a la independencia en las actividades diarias.
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Planificación y organización: Ayuda a los adultos mayores a planificar sus actividades diarias y a mantener un horario regular. Puedes utilizar calendarios, listas de tareas, recordatorios o aplicaciones móviles para ayudarles a mantenerse organizados y sentirse más independientes.
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Habilidades de la vida diaria: Fomenta la enseñanza y el refuerzo de habilidades de la vida diaria, como cocinar, hacer las compras, administrar las finanzas y el cuidado personal. A medida que los adultos mayores mantienen estas habilidades, se sienten más independientes y capaces de cuidar de sí mismos.
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Participación social: Anima a los adultos mayores a mantener conexiones sociales. Organiza actividades que fomenten la interacción con amigos, familiares o grupos de intereses compartidos. La participación social contribuye a la salud mental, la autoestima y la sensación de pertenencia, lo que a su vez mejora la independencia.
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