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Promoción y garantía de los derechos humanos de las personas adultas mayores: Es fundamental que la política reconozca y proteja los derechos de este grupo de la población, asegurando su dignidad, igualdad de oportunidades, y protección contra cualquier forma de discriminación o abuso.
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Protección Social Integral: La política debe establecer mecanismos que garanticen una protección social adecuada para las personas adultas mayores. Esto incluye el acceso a servicios de salud, vivienda, alimentación, y otros servicios básicos que contribuyan a su bienestar y calidad de vida.
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Envejecimiento Activo: Fomentar el envejecimiento activo significa promover oportunidades para que las personas adultas mayores sigan participando activamente en la sociedad, ya sea a través del empleo, el voluntariado, el acceso a la educación o el desarrollo de actividades recreativas y culturales.
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Formación del Talento Humano e Investigación: Es importante invertir en la formación de profesionales y especialistas en el cuidado de las personas adultas mayores, así como en la investigación que permita comprender mejor sus necesidades y ofrecer soluciones más efectivas.
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